Desando un collar de cáscaras de
naranjas enhebradas en un hilo rojo.
Reunidas, como relatos naif del acontecer
cotidiano, decoran las densidades.
Esos dientes arman un círculo dorado con
aliento a viento.
Una boca sin tamiz, cruda, cruel, por
si las moscas, exprime el jugo.
Derrama sangre
o escupe gajos en un plato.
Frenética, corto en juliana los días
del almanaque.
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